Si querer es perderse a
una misma,
entonces, no te quiero.
Si querer es llenarse la
boca de “para siempres” vacíos,
entonces, no te quiero.
Si querer es renunciar a
sueños propios para cumplir ajenos,
entonces, no te quiero.
Si querer es sentirse
propiedad de otra persona,
si es atarse y querer
atar,
entonces, no te quiero.
Si querer es estar
incompleta cuando te alejas de alguien,
entonces, no te quiero.
Si querer es no desear a
nadie más y romperte ante la idea de no ser la única persona deseada,
entonces, no te quiero.
Si querer es, como dijo
Lope «no hallar fuera del bien centro y reposo»,
entonces, no te quiero.
Y, desde luego, si querer
es renunciar a aquello que te hace feliz y exigir no ser la única que haga tal
sacrificio,
entonces, no te quiero en
absoluto.
Es una suerte que tú
tengas tan claro como yo que
querer es otra cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario